viernes, 24 de julio de 2020

QUE SON LOS GERMINADOS Y COMO HACERLOS EN CASA


Los germinados, también conocidos como brotes, son alimentos vivos de gran valor nutricional y ricos en oligoelementos, aminoácidos, minerales, enzimas y vitaminas.
Puedes comprarlos ya preparados o puedes hacerlo tú misma en tu casa y para ello sólo necesitas: una legumbre como puede ser las lentejas, los garbanzos etc. o bien un cereal como puede ser el trigo, la espelta, la cebada el arroz etc.
Comer semillas germinadas es comer vida. Es incorporar auténtica energía vital concentrada a todas las células del cuerpo, favoreciendo la salud y alargando la vida. Los germinados son un regalo de la naturaleza que podemos cultivar nosotros mismos.
Su riqueza en enzimas, clorofila, aminoácidos, minerales, vitaminas y oligoelementos vivos los convierte en alimentos completos que contribuyen a corregir las carencias de la alimentación moderna.

Cómo hacer germinados en casa
     Es muy fácil, hoy en día adquirir los germinados en cualquier supermercado, pero es mucho más económico hacerlos tu misma en casa. Necesitarás muy pocos materiales: un frasco, gasa y una goma y lo más importante: Semillas para germinar, las que tu prefieras.
Colócalas en el frasco de vidrio y cúbrelas con agua, y las dejas que pasen toda la noche cubiertas de agua a temperatura ambiente.
Por la mañana le escurres el agua y las lavas bien, escurres toda el agua y las tapas con la gasa y la fijas con la goma. Procura que las semillas estén húmedas, pero inclina el frasco para que no quede agua en cantidad.
Déjalo a temperatura ambiente evitando el contacto directo con el sol, aunque preocupándote de que reciba luz natural
Repite el proceso dos veces por día, enjuagándolas y escurriéndolas, hasta que los brotes empiecen a nacer. Lo sabrás cuando asomen rabitos verdes, y lo normal es que el proceso se complete entre dos y cuatro días.
Enjuágalos cuando estén listos retirando el agua y dejando que sequen en un colador. Puedes guardarlos en la nevera en tarros herméticos de vidrio.
     Podemos emplear germinados para casi cualquier preparación: ensaladas, cremas, guisos, verduras, legumbres, tostas y bocadillos, arroz, pasta, pescados y carnes…
     
     Se sabe que, en la antigua China, hace más de 5.000 años, ya se recetaban germinados para curar diferentes trastornos de salud. De hecho, han seguido siendo parte de la dieta oriental. Y aunque ya en la Biblia en el libro de Daniel se hablaba de los germinados, se han necesitado siglos para que se les reconozcan todos sus méritos nutritivos.
     En el siglo XVI los marineros morían de escorbuto (carencia de vitamina C) en sus largos viajes, pero a partir de 1772-1775 el capitán Cook hizo que sus marineros comieran limas, limones y distintos tipos de germinados, todos ellos con un alto contenido en Vitamina C.