Cuando le dije
a mi hija que iba a hacer unas galletas de aprovechamiento, lo primero que me
dijo fue que le cambiara el nombre que no le gustaba nada, u la verdad es que
todavía lo estoy pensando. La verdad es que estas galletas, aunque están
buenísimas, las he hecho aprovechando el resto de hacer la leche de almendras y
de hacer un licuado de manzana y naranja, así que como podéis comprender es una
manera de no tirar nada, y si a eso se le añade que están super buenas, pues
que más podemos desear. Pues sin más dilación, manos a la obra:
Ingredientes:
Masa restante de haber elaborado una leche de almendras
Masa restante de haber hecho un zumo de frutas: manzana,
naranja y pepino
Media taza de semillas de lino trituradas, según veamos para
formar una masa.
Dos cucharadas de aceite de coco.
Miel natural según gusto
Preparación:
Formar una masa con todos los ingredientes hasta conseguir
una textura de galleta
Formar bolitas con las manos y aplastarlas.
Yo lo que he hecho ha sido aplastar la masa con un rodillo
de cocina y cortarlo con un aro de emplatar, aunque también podíamos haber
utilizado un vaso.
Introducir en el horno a 180 grados durante 20 minutos.
Esperar a que se enfríen y ya están listas para una gran
merienda.
Que os aproveche.
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