sábado, 27 de abril de 2019

ME HE PASADO AL PESCADO!!!

YA NO COMO CARNE...........................................ME HE PASADO AL PESCADO!!!

        Una gran cantidad de personas se va pasando cada año de tomar proteínas de la carne a tomarlas del pescado, pensando que esto es una buena elección tanto para su salud como para la concienciación del planeta.
Los pescados de hoy en día no son como los de antes lo mismo que los pescadores de hoy en día tampoco. Lo mismo que los agricultores y ganaderos tampoco son como los de antes. Todos se han convertido en máquinas de hacer dinero.

        Hoy en día los peces son capturados con métodos muy semejantes a los utilizados en la guerra. En caso de cuotas de captura muy elevadas, no solo se utiliza una enorme brutalidad, sino que se produce el exterminio de gran cantidad de especies.
Desde hace tiempo participamos en una guerra contra peces, gallinas, pavos y cerdos, que se llama cría intensiva.



            Hoy en día los peces son capturados en condiciones que es mejor no comentar o se crían según métodos inconfesables. Se les alimentan con las mismas harinas que consiguieron que las vacas se volvieran “locas” y la llamada acuicultura los reúne en un espacio reducido para hacerlos crecer rápidamente. En la comida de los animales, además de los colorantes añadidos para obtener el color de la carne deseado, también se mezclan los correspondientes medicamentos.
        Los peces salvajes son cada vez más escasos y mucho más caros.
       A pesar de la bonita preparación de los platos de sushi, hay que saber que uno de sus principales ingredientes, el atún, cuenta con varias especies que están en peligro de extinción. Quien come atún debe soportar el cargo de conciencia de saber que, además de incitar s seguir capturando atunes, en las redes de los pescadores también quedan atrapados numerosos delfines.

pesca con palangre

pesca de arrastre


            El marisco que se sirve en los restaurantes como una gran exquisitez sufre una muerte terrible ya que el simple hecho de introducir en agua hirviendo las gambas y langostas aún vivas nos parece un acto cruel.
Hemos de saber que la pesca de gambas ha provocado el exterminio casi absoluto de los caballitos de mar. En la pesca con palangre cada año se hieren o se matan a 20.000 delfines y ballenas, unas 60.000 tortugas marinas, un millón de peces espada y más de tres millones de tiburones.
        La pesca de arrastre es aún más cruel. Los peces son arrastrados rápidamente desde las grandes profundidades hacia la superficie, por lo que el cambio de presión provoca que a muchos se les salga los ojos de las órbitas o expulsen las vísceras por la boca. La pesca es atroz y ese horror lo trae consigo el pescado que llega a nuestro plato.


Hasta ahora se pensaba que los crustáceos no experimentaban dolor, porque sus sistemas nerviosos no eran lo suficientemente complejos. Recientemente se ha descubierto que tal vez las gambas, el bogavante y otros crustáceos experimentan dolor cuando acaban en el puchero o la sartén.
Un grupo de científicos echó ácido acético (del vinagre) a parte de las antenas de 144 gambas. Inmediatamente, las criaturas empezaron a frotar las antenas afectadas, pero no las demás, lo que, “es consistente con la interpretación de la experiencia del dolor”.

            Algo a tener en cuenta también es que tan solo en el mar del Norte se capturan al año varios cientos de miles de toneladas de pescado como captura accidental; luego se devuelven al mar con todas las consecuencias que eso implica. La mayoría de los peces afectados quedan en un estadio lamentable al terminar el proceso.

Si se siguen haciendo las cosas como hasta ahora la pesca comercial se habrá extinguido en 40 años ya que a partir de entonces nuestros mares estarán vacíos de habitantes.



Basado en los estudios científicos del doctor  Ruediger Dahlke.

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